domingo, 4 de mayo de 2008

Entendiendo

Como les dije, descubri que lo que me pasaba se llama penfigo. Alguien le puso nombre.
Y ahi comenzo mi lucha, no contra sino con esto. Iba a estar acompañada por esto todo el tiempo, habia que hacer el tratamiento. Medicada y controlada avanzaban los dias.

Ya mis dias se fueron pareciendo a los antes. Recuero la primera salida con Cristian: a caminar cerca de casa, unas cuadras, me vesti re linda, como si fuera a ser una gran salida, jajaj y dimos una vueltita. Pero estuvo buenisimo...

Mucho tiempo estuve comiendo cosas liquidas, licuadas, todo era sopa. Ya me habia vuelto una experta y me salian riquisimas: de pollo, de verduras, de carne, con huevo, etc. Esa fue mi comida por un largo tiempo, ansiaba como loca comerme un choripan, tomar mate, esos eran mis sueños, comer algo crocante, poder masticar!! lavarme los dientes, porque hasta eso se me dificultaba.

A todo esto, seguia yendo al Hospital Fernandez todas las semanas, varias veces a veces. Hasta me llamaron para un ateneo, como 20 personas mirandome, sacandome fotos, preguntrandome cosas, explicandoles mi caso a todos los estudiantes. Un horror. No me molestaba, pero si pensaba demasiado me daba cuenta que era un bicho raro, que habia que estudiar, un caso extraño.

Por eso creo que todos me tomaron cariño, (al menos asi me lo tome) yo iba al Hospital y enseguida que me veian, me hacian pasar, ya era una mas de ellos.
Me trataron con mucho cariño, y nunca me hicieron sentir mal. La Dra. Villanueva se porto bien conmigo, me sentia protegida por ella.

Ya conocian a mi mama, a mi suegra, y a mi novio que me acompañaban siempre.
Mi tratamiento fue simple, meprednisona b por 20 mg diarios, tomaba un refuerzo de calcio, y ranitidina 300.
Con el correr de los meses las ampollas fueron desapareciendo. Y la lengua se me fue cicatrizando.

Yo, por mi parte, volvi a trabajar recien despues de 4 meses. Por suerte en la oficina me bancaron, no me hicieron problema y me acompañaron hasta que pude volver.
Igual nunca deje de hacer cosas, de visitarlos, de colaborar.

Trataba siempre de estar ocupada, de no pensar. Miraba peliculas, novelas, series, programas de cocina... Leia, tejia. Hacia cosas en casa, cocinaba para los demas, cocinaba para mi.

Me recomendaron hacer terapia, y en cuanto pude fui a la psicologa. Ojala hubiera podido ir antes, en el momento de enfrentar el diagnostico, pero bueno... igual me ayudo un monton.

No hay comentarios: