jueves, 22 de diciembre de 2011

empezamos de nuevo

Me estoy enfrentando a una etapa difícil. Me brote. Mi enfermedad me esta haciendo trastabillar.
Lo vivo como un fracaso y me duele muchísimo. Me duele porque retrocedí, porque yo ya había salido, ya estaba bien, ya me había olvidado de esto. Yo daba el ejemplo a mis compañeros, ellos sabían que se podía salir adelante porque me veían bien, recuperada, optimista.
Hoy estoy brotada, me lo confirmo mi médica.
Empezamos de nuevo.
De nuevo con 20 mg de corticoides, esos malditos medicamentos que hacen estragos en la salud. Pasar de 4mg a 20mg fue todo un tema, necesite mentalizarme, darme cuenta que realmente los necesitaba, porque cada día era una nueva ampolla. Porque ya no podía dormir del dolor.
Y así como mi primera vez con el pénfigo fue por dentro, hoy mi brote es por fuera. Hoy es visible. Mi cara esta llena de ampollas, mi espalda, mis piernas. Duelen, arden, pican, se lastiman. Y no cierran, necesitan mucha atención y cuidado.
Lloré, maldije, me encerré, no quise ver a nadie, me guarde por un tiempo. Sola. Me quise quedar sola. Sola con esta enfermedad ingrata.
Es terrible esta enfermedad. Es terrible no entender como. No saber como ni porque.
Debería estar atenta, pero a que? Debería haberme dado cuenta, pero como?
Aparece, así nomás. De la noche a la mañana, hasta se pueden sentir las ampollas brotar.
Me da bronca de nuevo. No tengo consuelo. No hay palabras que me saquen adelante.
Solo necesito entender. Pero nadie tiene explicación.
Curaciones, cremas, medicación: mi nueva rutina.
Necesite un tiempo para salir. No se mide en días ni horas, es el tiempo que tarde en verme así, en aceptar esto. Costo mucho, sigue doliendo y dándome impotencia.
Pero acá estoy, de nuevo en carrera. Tengo la ventaja de conocer a mi verdugo. Tengo que saber que me acompaña, que no quiere dejarme. Viviré con él hasta que se vuelva a cansar y me de días, meses, años de paz. Pero esta vez no lo olvido, esta vez estaré atenta a todo.
Les pido perdón a los que me quieren e hice sufrir con mi ausencia. Ahora quiero recuperarlos en mi vida, porque se que ahí están.
Y necesito decirles GRACIAS POR ESTAR.